viernes, 6 de agosto de 2010

La familia y el desarrollo de los menores

Hemos comentado sobre el Desarrollo de niños y adolescentes y de la problemática que enfrentan para lograr las metas esperadas en cada una de las etapas por las que atraviesan. En esta ocasión, propongo explicar los factores que intervienen en cada grupo familiar para facilitar o para bloquear que esa evolución normal de los menores se logre.

Los niños y adolescentes se desarrollan dentro de una familia, y cada familia está conformada por la historia de vida de cada uno de los padres (por supuesto me refiero a la diada de padre y madre) y por los logros o limitaciones que esa pareja alcance de acuerdo a esas historias que cada uno tiene.

Cuando un hijo va a nacer, los adultos responsables de este proceso elaboran una serie de ideas fantasiosas sobre el hijo que vendrá: su sexo, el color de sus ojos, su carácter, su estilo de relación, generando una fantasía que se llama “extensión narcisista” es decir, queremos al hijo con todo lo bueno que consideramos en nosotros y más aún. Por ello es difícil que los niños cuando nacen, cumplan con esas fantasías, porque son inalcanzables, por ello, un adulto sano ( sea el padre o la madre) lo que hace es acomodar la realidad del hijo que ha nacido a las mejores esperanzas que tenemos de cómo va a ser, y ayudarlo a que desarrolle esas capacidades, pero no siempre eso es posible pues si las necesidades de los padres son tantas o tan deformadas, se le va a exigir al hijo que cumpla con ellas, por ejemplo, si estamos frustrados por no tener una carrera universitaria, tal vez nuestro deseo sea que el hijo tenga lo que no tuvimos y lo forcemos a metas que no son las suyas sino las nuestras,, o peor aún, que el hijo tenga características que rechazamos de la pareja, y en esa búsqueda nos hacemos duros, rígidos, poco aceptantes de los estilos del pequeño, para no ver lo que detestamos en nuestra pareja, y esto deteriora la relación de afecto que deberíamos tener con los hijos,

Otro punto a tomar en cuenta son las etapas del Desarrollo que suceden en los adultos al mismo tiempo que suceden las de los hijos, cuando la pareja es joven, está más dispuesta a dar al hijo tiempo, energía, etc.; cosa que no pasa cuando los padres son mayores, o puede ser que los padres no hayamos alcanzado las etapas de madurez que nos van a permitir dejar que los hijos exploren el mundo y poco a poco nos vayan dejando de lado, muchos adultos somos incapaces de aceptar que nuestros hijos nos dejen de necesitar

Con todo esto, la idea es mostrar que si bien los niños y adolescentes requieren hacer un esfuerzo constante para lograr que las fuerzas biológicas y psicológicas que los llevan a alcanzar un Desarrollo normal estén trabajando, también está el entorno que incide en ellos, fundamentalmente las actitudes que los padres tenemos hacia ellos y que si no aceptamos y entendemos, entramos en conflicto con ellos, y bloqueamos su sana evolución.



*Psiquiatra de niños y adolescentes.
Psicoterapeuta de niños y adolescentes.
Ex presidente de la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil.
Ex presidente de la Asociación Mexicana para la salud de la Adolescencia.